¿Te has preguntado alguna vez cuánta agua cae cuando tiras de la cadena en el cuarto de baño? Cada vez que tiramos de la cadena, utilizamos entre 9 y 12 litros de agua, lo que supone un consumo medio por habitante de más de 10.000 litros por año.
Un gesto tan simple como éste, casi inconsciente y muy habitual, en muchas ocasiones supone un derroche innecesario de agua.
Simplemente con la instalación de sistemas de descarga de agua en el inodoro, como el sistema de doble pulsación o doble botón o un sistema de descarga interrumpible, se pueden conseguir ahorros de agua de más de 4.000 litros anuales por habitante.
Os contamos en qué consisten estas 4 opciones para que podáis evaluar cuál es la más conveniente y ayudaros a reducir el consumo de agua en el cuarto de baño y, por tanto, conseguir ahorrar en la factura:
Sistema de doble descarga o doble botón: Está compuesto por un pulsador con dos botones. Al presionar uno se descargan tres litros de agua y, al apretar ambos, la cantidad máxima que se libera es de seis litros, lo que ya supone de por sí un ahorro respecto a los sistemas de descarga antiguos,que descargan unos 12 litros cada vez que tiramos de la cadena.
Sistema de descarga interrumpible: Está formado por un único botón. Al pulsarlo una vez, comienza la descarga de agua, y al hacerlo por segunda vez, ésta se interrumpe. La cantidad de agua que se consume depende tan sólo de la decisión del usuario.
Limitadores de descarga: Son unos dispositivos que se acoplan en el tubo de rebosadero o sobre la válvula del descargador del inodoro. Este accesorio cerrará automáticamente la válvula cuando se hayan descargado dos litros; cantidad suficiente para limpiar las mayoría de las veces el sanitario. Si no fuera bastante, bastaría con sujetar el tirador unos segundos para que la cisterna se descargue por completo.
Otra opción para ahorrar en el baño es el tratamiento de las aguas grises, que consiste en la reutilización de las aguas provenientes de los lavabos y de las duchas y bañeras para reutilizarla en su uso doméstico en todas aquellas aplicaciones en las que no resulta imprescindible que el agua sea potable, es decir, como por ejemplo, para el agua de la cisterna o para otro tipo de usos como regar las plantas, fregar, etc. Existen diferentes sistemas para este fin, individualizados o centralizados, pero en todos ellos se consigue un gran ahorro de agua y una mejora de la eficiencia energética de las instalaciones sanitarias.
Como veis, ahorrar agua en el cuarto de baño, en buena medida, depende de pequeños gestos. Una sencilla instalación de los sistemas de descarga de la cisterna puede proporcionar ahorros significativos en la factura y ayudarnos a usar el agua de forma más racional. Si estás pensando en reformar el baño, ¡no olvides incluir estos sistemas de ahorro de agua en el baño para reducir el consumo!